
Las aguas que rodean las islas del Archipiélago Fantasma son traicioneras y llenas de estrechos canales, bajíos y arrecifes; eso limita el acceso a las embarcaciones de gran tamaño. La mayoría de herederos capitanean sus propias embarcaciones (o las alquilan) con el tamaño justo para afrontar el proceloso océano que conduce al archipiélago pero, a la vez, suficientemente pequeñas para desplazarse entre las islas sin embarrancar. Debido al pequeño tamaño de estos navíos, el tamaño de las tripulaciones al servicio de un heredero también está limitado y solo pequeños grupos de hombres forman las expediciones a tierra firme. En términos de juego, el tamaño máximo de una tripulación son diez hombres, contando un heredero, un guardián y hasta ocho tripulantes (de los cuales, cuatro pueden ser especialistas).
El Archipiélago Fantasma, Joseph A. McCullough, próximamente.
(ilustración propiedad de Osprey Publishing, utilizado con fines promocionales)